jueves, 22 de septiembre de 2011

PRESENTACION




EQUIPO DE SENDERISTAS “ISAÍAS JIMÉNEZ DOMÍNGUEZ”
NAOLINCO DE VICTORIA, VERACRUZ, MÉXICO

P R E S E N T A C I Ó N

                                                “Nunca es largo el camino cuando un                                                                                            
                                                         amigo camina a tu lado”


            Desde el 22 de diciembre de 1997, un grupo de maestros de bachillerato tomó la determinación de incursionar en la práctica del senderismo, con el propósito de salir del sedentarismo, llevar una vida saludable, mantener un estrecho vínculo con la naturaleza y a la vez disfrutar de los hermosos paisajes que ofrece esta porción serrana de la zona montañosa central del estado de Veracruz.
El grupo de referencia está conformado por Arturo Morales Palacios, Daniel Fuentes Ramírez, Rafael Romero Barradas, Martín Fuentes Castro y Carlos Ramírez Hernández. Dicho equipo ha efectuado recorridos hacia distintos lugares asentados en la geografía de ésta región, teniendo como centro de operaciones a la ciudad de Naolinco de Victoria, Veracruz, distante unos 26 kilómetros de la capital del estado, Xalapa.

   








Vista panorámica de la comunidad de Vaquería, municipio de Chiconquiaco

Como referencia de nuestra actividad senderística desplegada hasta ahora, digno es señalar las caminatas hacia Alto Lucero, Cerro de la Magdalena, Misantla, Yecuatla, Cerro del Borrego y la zona del Malpaís entre otras. Recorridos de varias horas (algunos de ellos agotadores) sobre terrenos sinuosos de diferente composición geológica y difícil acceso unos, siguiendo la línea de los “caminos de herradura”, veredas y senderos trazados desde hace mucho tiempo por nuestros antepasados, algunos de los cuales se presume cuentan con una antigüedad prehispánica o tal vez colonial, como lo denotan los vestigios que aún quedan del empedrado que  conservan varios de ellos.
El equipo de senderistas con uno de los motores del DC-3 a corta distancia de El Huérfano


            La conformación montañosa de la zona ha sido propicia para la práctica de esta motivante actividad que reclama buena condición y fortaleza física, que nos ha integrado como equipo consolidando en nosotros los lazos de amistad y compañerismo permitiéndonos recorrer paso a paso los “filos”, las laderas y pequeñas mesetas flanqueadas por la presencia tal vez milenaria e imponente de los cerros y montañas.
            Cabe hacer mención de que, en cada recorrido, se toman las fotografías que habrán de enriquecer nuestro acervo en imágenes y que finalmente se complementa con un relato escrito (que se reparte entre los miembros del equipo) donde se destacan las anécdotas, detalles e incidentes propios de cada evento.
            A casi 14 años de practicar el senderismo, el equipo que integramos se mantiene más unido que nunca y dispuesto a seguir recorriendo los caminos y veredas de Actopan, Alto Lucero, Coacoatzintla, Chiconquiaco, Jilotepec, Landero y Coss, Miahuatlán, Tlacolulan, Tonayán, Yecuatla, etc. municipios vecinos de Naolinco.
            Uno de los propósitos del presente trabajo, es recibir de quienes nos distingan con su lectura, un comentario, una crítica o un intercambio de experiencias que enriquezcan lo que hasta hoy hemos adquirido en torno a esta vigorizante y saludable actividad.

Colosal roca situada a orilla de la vereda sobre la cuesta de Vaquería

Estamos a sus respetables órdenes en la siguiente dirección:        
   
            La pasión que hemos desarrollado en torno a esta recomendable práctica, será sin duda la mayor razón para seguir incursionando a través de la accidentada orografía de esta parte de nuestro estado y aquilatar lo valioso y hermoso que en cada travesía nos ofrece la naturaleza así como la presencia de vetustas construcciones (impresionantes casonas, añejos puentes, históricas exhaciendas, etc.) cuyos muros dan cobijo a la historia y a la leyenda, que la mano del hombre dejó para la posteridad y que el tiempo se ha encargado de plasmar en ellos su inexorable huella.