CAÑADA DE ACTOPAN: entre ex
haciendas y la historia
Por Carlos Ramírez
Hernández
Se trata de una extensa zona enclavada en la
parte central del estado de Veracruz y que a la distancia se confunde con el
malpaís, término con el que se define el área que muchos años atrás se formó como resultado de la erupción del
llamado comúnmente “volcancillo”, cuya lava se extendió y cubrió todo ese
espacio.
El equipo de senderistas antes de iniciar
una de las caminatas
Dicha cañada la conforman tierras de excelente
capacidad productiva aunado al clima cálido que prevalece generalmente a lo
largo del año. Ambos factores han sido fundamentales para la producción
diversificada de frutales como sandía, mango, melón, cítricos y de cultivos
como la caña de azúcar, café, maíz, frijol, chile, erizo, etc. sin olvidar la
cría extensiva de ganado bovino.
Vista panorámica de la cañada de Actopan
Tierras prometedoras que, desde la Colonia,
fueron explotadas por los ibéricos asentados en estos lugares y que, con el
paso del tiempo, dieron origen a ranchos agrícolas y ganaderos que
posteriormente se transformaron en haciendas azucareras y/o cafetaleras, cuyo
ciclo productivo se prolongó hasta las primeras décadas del pasado siglo XX.
La vida de la población asentada en esta zona,
estuvo vinculada al desarrollo de esas unidades de producción, mediante la
contratación de mano de obra campesina que demandaba el cultivo intensivo de
dichas tierras.
Aspecto actual de la ex hacienda de San
Lorenzo
La mayoría de estos centros de trabajo tuvo como
objetivo básico la producción de azúcar, aguardiente y piloncillo (derivados de
la caña). Algunas de dichas haciendas fueron: San Miguel Almolonga, San
Lorenzo, San Juan, San Antonio Paso del Toro, Tenampa y La Concepción entre
otras. Todas ellas integraban un circuito de producción azucarera insertado
dentro de un régimen político-hacendario profundamente asociado a los intereses
personales o de grupo de quienes se ostentaban como dueños, lo cual contrastaba
con las sentidas demandas de movimientos
sociales surgidos en aras de un justo reparto de la tierra. Ello fue y ha sido
motivo de serios trabajos de investigación patrocinados por diversas
instituciones.
Detalle de la ex hacienda de San Antonio
Paso del Toro
Varias de nuestras caminatas han tenido como
objetivo atravesar el malpaís y recorrer largas distancias de la cañada de
Actopan sobre caminos de terracería, de herradura o por veredas que nos han
llevado hasta las comunidades situadas en las tierras bajas del municipio de
Naolinco y otras enclavadas dentro de la jurisdicción municipal de Actopan.
Interesante vista de la ex hacienda de
San Lorenzo
El clima y el entorno natural que envuelven
dicha zona han sido determinantes en el temperamento, calidez y franqueza que
distinguen a la gente que habita aquellos poblados.
La esbelta chimenea de la ex hacienda de
San Miguel Almolonga
Siempre constituye un reto cruzar también el
malpaís sobre veredas muy antiguas trazadas sobre el suelo volcánico de esa
escabrosa área, donde aún es posible ver una serie de oquedades que, según
comenta nuestro compañero Martín Fuentes C. son resultado de las “burbujas” que
el deslizamiento de la lava volcánica produjo a su paso por el accidentado
suelo de esa zona.
El escabroso panorama del malpaís
La flora característica de esta parte de la
geografía veracruzana, está conformada mayormente por pequeños arbustos sin
faltar una especie endémica de cactus, contrastante con la exuberante
vegetación constituida por árboles de gran tamaño y abundante follaje que
crecen a lo largo del valle regado por las aguas del río Actopan y en las
estribaciones de los cerros.
Este es el escenario natural que enmarcó el
establecimiento tiempo atrás de esas haciendas donde se vivió una intensa
actividad laboral y en la que cientos de familias campesinas con sus
encallecidas manos, le arrancaban a la tierra el sustento diario, no exentos de
padecer los atropellos y abusos que sobre su persona y dignidad ejercían los
capataces, servidores incondicionales del
hacendado, señor de horca y cuchillo.
La hacienda de La Concepción
El recuerdo y la historia parecen coexistir
entre los muros y vestigios de aquellas centenarias construcciones que, desafiando
el paso del tiempo, permanecen y llegan -como emblemáticos emisarios de un
pasado plagado de injusticias- a la modernidad del siglo XXI.
El equipo de senderistas entre la
vegetación exuberante
Muchos de los acontecimientos históricos
ocurridos en el estado de Veracruz entre los siglos XIX y XX, estuvieron relacionados
con la política agraria desplegada en aquellos tiempos por los gobernantes veracruzanos y, cuya caja
de resonancia, fueron esas haciendas que reproducían localmente lo que a nivel
nacional estaba ocurriendo en materia de concentración de la tierra así como en
la contratación y explotación sistemática de la mano de obra.
Las ruinas arquitectónicas que aún se conservan
de aquellas factorías, quedan como mudos testigos de una época en la que, el
autoritarismo del señor hacendado impuso su ley a costa de lastimar la vida y
pisotear los más elementales derechos de los olvidados de siempre: los
campesinos.